Margarito Escudero Luis
El punto de tensión máxima se acerca para aquellos que suspiran por ser candidatos presidenciales y para sus muy cercanos colaboradores.
El tiempo se agota y en todos los bandos hay hartazgo dónde la sospecha de dados cargados crispa los nervios de los contendientes.
La alianza entre el PAN, PRI y PRD, que parecía caminar en paz, comienza a temblar y amenaza con desintegrarse, pues los dinosaurios priistas, acostumbrados a arrebatar cuando no ganan, ven que se les va de la mano la candidatura a pesar de que líder segundo de ese grupo es el mal recordado Alito y quién debería impulsar a su cretácica compañera Beatriz Paredes, pero que la señora X le come el mandado.
Ya hay sospechas de ruptura en esa alianza antinatura, todos sospechan del otro y todos se creen lo mejor.
Las prácticas nazis de los panistas, con eso de quemar libros, los alejaron aún más de la simpatía popular, su candidata abre la boca para agitar las inconformidades de la gente, no puede esconder su perfil clasista, por más que insista en ser indígena o hacer como que entiende al pueblo de México.
En el otro bando también atacan los nervios, tanto que Marcelo Ebrard decidió denunciar a su compañera, la mejor posicionada en las encuestas y eso le provocó un clima adverso. De pronto Ebrard se dio cuenta que no las tiene todas consigo y que tal vez lo engañaron con eso de su popularidad.
Aunque Claudia Sheinbaum puntea en las preferencias de Morena, no se debe perder de vista a los que quedan vivos, como Adán Augusto y Gerardo Fernández Noroña quienes en una encuesta ya en el ámbito nacional, pueden dar un susto a la preferida de muchos.
Adán Augusto es promovido por lo más rancio y recalcitrante del régimen que se busca erradicar, los sindicatos corporativos como el petrolero, mientras que Fernández Noroña es apoyado por aquella masa popular que le gusta el discurso fuerte y populachero, como el que manejó en su campaña el actual presidente.
Ya falta poco para el desenlace de esta historia, cansada por su larga duración y ascuas porque está en juego el futuro de la Cuarta Transformación y sus principales protagonistas. ¡Ya veremos!